14 de enero de 2025
Mientras que los ingresos del estrato alto lograron recuperarse en parte, el sector de menores ingresos sigue mostrando una reducción superior al 10% interanual.
El informe elaborado por CIFRA, dependiente de la CTA, expone un panorama económico preocupante tras un año de gestión del actual gobierno, con fuerte caída del salario real sobre todo entre los sectores de menos ingresos y un aumento de la desigualdad.
Según el informe, la actividad económica se ha visto marcada por una recesión inicial profunda, impulsada por la devaluación diciembre de 2023 (una de las primeras medidas económicas del tándem Milei-Caputo) y la caída de los ingresos reales. Esta situación se agravó con medidas contractivas y un ajuste fiscal que, aunque mostraron una leve recuperación en el segundo trimestre de 2024, mantienen un nivel bajo de actividad con una caída acumulada del 3,0% en el año, según la estimación del Instituto y el informe que lleva las firmas de Mariana L. González y Nicolás Bonofiglio.
El mercado interno fue especialmente afectado, sin señales claras de expansión. Las ventas en supermercados, un indicador del consumo, cayeron un 12% en octubre de 2024 respecto a noviembre de 2023, reflejando la persistente contracción del poder adquisitivo.
El empleo también sufrió un fuerte impacto. Actividades intensivas en mano de obra, como la construcción y ciertos sectores industriales, se contrajeron, elevando la tasa de desocupación del 5,7% al 6,9% entre el tercer trimestre de 2023 y el mismo período de 2024, afectando a 1,6 millones de personas. En contraste, el aumento del 47% en términos reales de la Asignación Universal por Hijo, mitigó en parte el aumento de la pobreza.
El empleo registrado, tanto en el sector privado como en el público, presentó caídas significativas. Entre noviembre de 2023 y octubre de 2024, se perdieron casi 187.000 asalariados registrados, con una reducción de 124.000 en el sector privado (-1,9%) y más de 43.000 en el sector público, principalmente por despidos y recortes presupuestarios.
En cuanto a los salarios, la fuerte devaluación inicial generó una caída del 15,5% en términos reales a enero de 2024. Aunque luego se observó cierta recuperación, en octubre de 2024 los salarios promedio seguían 5,5% por debajo del nivel de noviembre de 2023. No obstante, la situación es más grave en el sector público, donde la caída alcanzó el 14,8%.
Uno de los datos más llamativos del informe es la creciente desigualdad salarial: mientras que los ingresos del estrato alto lograron recuperarse en parte, el sector de menores ingresos sigue mostrando una reducción superior al 10% interanual, acumulando una pérdida del 36,9% desde 2017.
Las políticas de ingresos, como la fijación del salario mínimo y las modificaciones en las jubilaciones, han tenido un efecto fuertemente regresivo. El salario mínimo perdió más del 30% de su valor real respecto de noviembre de 2023, y las jubilaciones alcanzaron niveles de poder adquisitivo similares a los de 2001. En contraste, la Asignación Universal por Hijo (AUH) fue una excepción, con un incremento real del 47,4% en 2024.
El informe concluye señalando que la caída del salario real y el menor nivel de empleo provocaron una disminución de la masa salarial dentro de la riqueza total generada, pasando del 46,6% en 2023 al 44,0% en el primer semestre de 2024. Es decir, se observa una menor participación de los trabajadores en el producto, aumentando la desigualdad del país.
Esto, a su vez, incrementó fuertemente los índices de pobreza e indigencia, con un 52,9% de la población en situación de pobreza en el primer semestre de 2024, frente al 41,7% de fines de 2023. Esta situación, no obstante, sería aún peor sin el aumento real de la AUH.
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