2 de marzo de 2025

Discurso de apertura

Discurso de apertura. Milei volvió a decir que la obra pública no genera trabajo, pero la realidad indica otra cosa

Según INDEC en 2024 se perdierón casi 60.000 puestos de trabajo en el sector. A la crisis en la construcción hay que sumarle el efecto dominó en otras actividades, como minería, transporte y metalmecánica.

En su discurso de apertura de sesiones, el presidente Javier Milei sostuvo que "es una falacia que la obra pública genere trabajo". Sin embargo, el aumento de la desocupación en general y los despidos en el sector en particular muestran lo contrario.

A inicios de 2024, y ya padeciendo los efectos del freno a la obra pública, los trabajadores de la construcción estuvieron entre los primeros perjudicados por el modelo de Javier Milei. Los despidos en el sector, como consecuencia del parate de la obra pública, alcanzaron los 50.000 en tan solo tres meses. Para junio de 2024, Gerardo Martínez, titular de la UOCRA, ya hablaba de 130.000 despidos.

Según datos del INDEC, en 2024 el acumulado de doce meses reflejó una baja en la actividad de la construcción del 27,4% en comparación con 2023. Se perdieron 57.755 puestos de trabajo registrados en el sector privado de la construcción, lo que representa una caída del 13%.

El argumento esgrimido por Milei es que lo que se pierde por un lado se recuperaría por otro. Sin embargo, las estadísticas indican que durante 2024 se perdieron 254.000 puestos de trabajo en el total de la economía argentina (sin contar diciembre de 2023, el primer mes de Milei) y la desocupación saltó del 5,7% al 6,9%.

Hay que señalar que el aumento de la desocupación no fue mayor solo porque crecieron considerablemente el nivel de subempleo y el cuentapropismo. Además, el número de personas que buscan trabajo se incrementó en casi medio millón, generando mayor presión en un mercado laboral en crisis. Hoy en Argentina hay 4.686.000 personas que buscan un nuevo empleo.

Al freno abrupto de la obra pública por parte del gobierno nacional se suma el recorte de las transferencias a las provincias, lo que las asfixia financieramente y dificulta la inversión en obras provinciales. En la provincia de Buenos Aires, la más afectada por la paralización de la obra pública nacional, casi la mitad de los nuevos desempleados en 2024 proviene de la construcción.

Además, el freno a la obra pública tiene un efecto dominó sobre otras actividades, como la minería, en particular la extracción de piedra, cal y cemento. Así, las zonas donde este tipo de minería predomina se ven especialmente perjudicadas. Tal es el caso de Olavarría, en el centro de la provincia de Buenos Aires. La actividad minera en dicha localidad cayó un 32% en 2024, de la mano del parate de la obra pública.

"Venimos en caída libre", sostuvo a fines de enero Alejandro Santillán, titular local de la Asociación Obrera Minera Argentina (AOMA) en Olavarría, en diálogo con la radio local LU32. El representante sindical señaló que la situación también afecta a rubros relacionados con la minería, como el transporte y la metalmecánica, donde "está todo paralizado". Funcionarios provinciales hablan de 200 despidos en las mineras de Olavarría.

Mientras el presidente Javier Milei califica de mentirosos a quienes defienden la obra pública y sostiene que la actividad se recupera, los datos de su propio gobierno -y la inocultable realidad- indican que los trabajadores argentinos padecen las consecuencias de este modelo económico.

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