18 de abril de 2025

EN FOCO

EN FOCO. El modelo Milei: hacer plata con la bicicleta sin trabajar y ajuste para los que trabajan

El Gobierno apuesta todo a la especulación financiera, con ganancias para grandes inversores y un impacto directo en los salarios y los precios. Un esquema insostenible que ya fracasó en el pasado.

El único modelo económico que tiene Javier Milei es la bicicleta financiera. Esto quedó de manifiesto cuando, al comenzar a agotarse el margen de ganancia con la bicicleta implementada desde mediados del año pasado, el Gobierno simplemente devaluó y estableció nuevos parámetros para el dólar -la llamada "banda de flotación"- que permiten dar previsibilidad a los inversores que realizan la bicicleta financiera o carry trade.

Este modelo, basado exclusivamente en la especulación financiera y sin miramientos por la actividad económica ni la generación de empleo -más allá de algunas declaraciones sueltas-, persigue dos objetivos. El primero es garantizar la ganancia de los sectores financieros, representados por Luis "Toto" Caputo. El "Messi de las finanzas" quizá no sepa mucho de economía, pero sí conoce a fondo el mundo financiero y cómo hacer dinero fácil dentro de él.

El segundo objetivo es contener la inflación, ya que la bicicleta financiera se realiza en pesos: los inversores ingresan dólares, los convierten a pesos para aprovechar altas tasas de interés, y luego vuelven al dólar. Ese proceso, al aumentar la demanda de moneda local, fortalece transitoriamente al peso -lo contrario a la devaluación-, y con ello se logra controlar el dólar y, por extensión, la inflación.

El gran problema con este segundo objetivo -que en realidad no es un fin en sí mismo, sino un objetivo instrumental para darle sustentabilidad política al proyecto de Milei- es que no es sostenible en el tiempo. La valorización financiera se termina cuando se terminan los dólares. Eso es justamente lo que acabamos de ver: el Gobierno se vio forzado a devaluar, y eso impactó directamente en los precios y en los bolsillos de los trabajadores. Volvió la inflación, pero los que hicieron carry se la llevaron.

Este mismo mecanismo se aplicó durante la última dictadura militar -que dejó como herencia inflación, falta de dólares y crisis de deuda externa-, se repitió en 2001 y nuevamente en 2018. Ahora nuevamente se aplica el mismo modelo. JP Morgan ya recomendó hacer la bicicleta con bonos argentinos y lo mismo hicieron otros asesores financieros locales.

El modelo de Javier Milei premia a quienes, sin trabajar, se dedican a la bicicleta financiera. Pero para participar de ese negocio se necesita mucho capital inicial, es decir, es un juego para pocos. Sea como política deliberada o como resultado de apostar todas las fichas a la timba financiera, lo cierto es que este modelo castiga a quienes trabajan y producen. Al final de cuentas, son siempre los trabajadores los que pagan los platos rotos de un modelo que es para pocos.

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