28 de enero de 2025
Para el sindicato, la propueta salarial ofrecida es insuficiente para compensar el desfase acumulado durante el gobierno de Milei
Este martes los servicios de trenes en todo el país se verán afectados por un paro nacional convocado por el sindicato La Fraternidad, que agrupa a los conductores de locomotoras. La medida de fuerza, que se extenderá entre las 9 y las 15 horas, responde al fracaso de las negociaciones salariales con Ferrocarriles Argentinos, en un contexto donde el gremio exige una recomposición salarial que compense la inflación y el desfase acumulado desde septiembre pasado.
La medida de fuerza afectará a todos los servicios urbanos y regionales operados por Trenes Argentinos, incluyendo las cinco líneas del área metropolitana de Buenos Aires. Según un comunicado de la empresa estatal, los servicios no circularán durante la franja horaria del paro, y también se verán afectados los primeros y últimos trenes programados antes y después de la medida. Sin embargo, los servicios de larga distancia, como los que parten hacia Mar del Plata, operarán con normalidad.
El paro llega tras el vencimiento de la conciliación obligatoria y la falta de acuerdo entre el sindicato y la empresa. Omar Maturano, líder de La Fraternidad, sostiene que la propuesta salarial ofrecida por Ferrocarriles Argentinos es insuficiente para compensar el 46% de desfase salarial acumulado desde el inicio de la gestión de Javier Milei. El gremio reclama, entre otras cosas, el pago de una canasta básica alimentaria equivalente al 10% del salario de los trabajadores, lo que representaría unos $153.000 adicionales.
El Gobierno intenta mediar, pero sin éxito
El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, intervino personalmente en las negociaciones para intentar evitar el paro, pero no logró que el sindicato flexibilice su postura. Desde el Gobierno, señalaron que la propuesta oficial está "muy lejos" de las pretensiones de La Fraternidad y advirtieron que no se otorgarán beneficios que no hayan sido concedidos a otros gremios ferroviarios. "No se les va a dar algo que al resto de los sindicatos no se les dio", afirmaron fuentes oficiales a Infobae.
En paralelo, el Gobierno lanzó una campaña para responsabilizar al sindicato por los trastornos en el servicio. En las estaciones de tren, se desplegaron mensajes en pantallas y altavoces informando a los usuarios sobre el paro y atribuyendo la medida a La Fraternidad y su líder, Omar Maturano. "Este martes, todas las líneas de trenes dejarán de operar de 9 a 15 por medida de fuerza sindical de La Fraternidad", rezaban los anuncios.
La Fraternidad no descarta extender la medida
Mientras tanto, el sindicato convocó a un plenario en el teatro Empire, en Buenos Aires, para debatir el conflicto y analizar posibles medidas futuras. "Veremos después del plenario", señalaron desde el gremio, dejando abierta la posibilidad de extender la medida de fuerza más allá de las 15 horas. A las 13, Maturano brindará una conferencia de prensa en la sede del sindicato para explicar la postura de los trabajadores.
El reclamo de La Fraternidad no solo busca compensar la inflación de los últimos meses, sino también recuperar el poder adquisitivo perdido desde el inicio de la actual gestión. La propuesta de la canasta básica alimentaria, que incluye productos como harina, arroz, fideos y detergente, busca aliviar la situación económica de los maquinistas, quienes enfrentan dificultades para cubrir sus necesidades básicas.
Un conflicto que pone a prueba la política salarial del Gobierno
Este paro se enmarca en un escenario más amplio de tensiones entre el Gobierno y los gremios, en el que la administración de Milei intenta mantener los aumentos salariales dentro de una pauta del 1% mensual. Sin embargo, La Fraternidad insiste en que esta cifra es insuficiente para compensar el impacto de la inflación y el desfase salarial acumulado.
El conflicto también pone en evidencia las dificultades del Gobierno para conciliar su política económica con las demandas de los trabajadores. Mientras las autoridades insisten en la necesidad de mantener la disciplina fiscal, los gremios exigen respuestas concretas para proteger el poder adquisitivo de sus afiliados.
¿Qué sigue?
Con el paro en marcha y las negociaciones estancadas, el futuro del conflicto sigue siendo incierto. Lo que está claro es que los trabajadores de La Fraternidad no están dispuestos a ceder en su reclamo, mientras el Gobierno enfrenta el desafío de equilibrar sus objetivos económicos con las demandas sociales. Por ahora, los usuarios del ferrocarril son los más afectados, pero el desenlace de este conflicto podría sentar un precedente para futuras negociaciones salariales en el país.
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